Lo que debes saber de la adicción a las redes sociales

Según Common-Sense Media, aproximadamente la mitad de todos los adolescentes estadounidenses se encuentran perjudicados por la adicción a las redes sociales y precisan tratamiento. Este grupo investiga cómo los individuos de Estados Unidos emplean las redes sociales. Por ello, están surgiendo por todo el país clínicas especializadas en esta forma de «rehabilitación». Esta información se ha publicado recientemente en los periódicos, lo que nos lleva a considerar la gravedad de la situación.

Todo lo que debes saber sobre la adicción a las redes sociales

 

Factores que predisponen

Suele haber una personalidad caracterizada por la inseguridad, la fragilidad y un bajo nivel de autoestima en el origen de la adicción a las redes sociales y de las conductas adictivas en general que repercuten en la esfera relacional. Como resultado, las relaciones genuinas se sustituyen con frecuencia por las que se promueven en las plataformas de las redes sociales, mediando en los conflictos de la vida real.

La adicción suele estar vinculada a los trastornos de la personalidad, en particular al trastorno de la personalidad dependiente, caracterizado por la búsqueda constante de algo (drogas, alcohol, redes sociales) o de alguien (familiares, pareja) a quien aferrarse.

¿Cómo sabes si tienes una adicción a las redes sociales?

En general, los comportamientos que deben alertarte, giran en torno a una obsesión por las redes sociales en detrimento de una sana apertura al entorno, que incluye conexiones genuinas con amigos, intereses y participación en deportes y actividades recreativas.

Cuando notes que tus hijos pasan horas en las redes sociales a través del PC o el smartphone, o que se levantan cada mañana únicamente para consultar las notificaciones y noticias sociales, deberías empezar a hacer preguntas y vigilar la situación.

A continuación, los principales signos y síntomas de una adicción en toda regla:

  1. La ansiedad y la depresión coexisten. Según una investigación científica, la incidencia de la ansiedad y la depresión entre los jóvenes ha aumentado un 70% en los últimos 25 años, lo que pone de manifiesto cómo la exposición constante a las redes sociales favorece la aparición de la ansiedad social por los juicios de los demás y por la propia actuación en las redes sociales, así como un estado depresivo inducido por la comparación con estándares a menudo inalcanzables.
  2. Obsesión por la imagen social, que lleva a la necesidad de parecer impecable y en forma fantástica en todo momento. Quienes tienen una pobre autoestima se disgustan y rechazan su cuerpo (opiniones típicas de los adolescentes) cuando se les presentan estos modelos, lo que alimenta sus miedos y sentimientos de inadecuación.
  3. Privación del sueño. La mala calidad del sueño de los adictos a las redes sociales se pone de manifiesto, sobre todo, cuando hay una tendencia a despertarse por la noche para comprobar lo que ocurre en las redes sociales, una actitud que los adolescentes afirman que es bastante común.

Si no se está continua y eternamente presente en las redes sociales, se teme estar «desconectado».

¿Qué hacer?

Es posible recuperarse de la adicción. El primer paso, y el más difícil, es admitir que tienes un problema, ya que lo que haces no es normal ni saludable, sino excesivo y patológico.

En segundo lugar, debes intentar limitar la cantidad de tiempo que pasas en las redes sociales con tu smartphone u ordenador haciendo un esfuerzo por participar en interacciones de la vida real con otras personas, como salir con amigos, participar en deportes y realizar actividades recreativas que requieran una participación activa y presencia física.

Lo que debes saber sobre la adicción a las redes sociales

Si todo esto no es suficiente, se necesita asesoramiento profesional para descubrir y cambiar las percepciones negativas de uno mismo que están en la base de la adicción.

Aparte de la psicoterapia, la neurorretroalimentación dinámica no lineal, una tecnología no invasiva e indolora que ayuda al cerebro a autorregularse y mejorar su actividad frente a las anomalías emocionales, cognitivas y físicas, es increíblemente beneficiosa para tratar la adicción.

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